En los últimos años la presencia de las redes sociales ha generado cambios importantes en la comunicación, no sólo personal, sino dentro de diferentes organizaciones. Incluso el asunto de las redes sociales se ha vuelto tema de conversación en centros de trabajo, ambientes académicos y reuniones sociales.
Si uno se propusiera hacer un experimento al respecto, bastaría con salir a caminar a una plaza y poner atención a lo que los demás comentan. Es muy posible que no pasaran más de diez minutos y uno escuchara las palabras “facebook” o “twittea eso que dijiste”. También es muy posible observar a muchas personas solas escribiendo en una lap top o algún equipo celular, mediante los cuales se conectan a estas redes. Y surgen varias preguntas al respecto: ¿Por qué se han vuelto tan importantes las redes sociales? ¿Se estarán convirtiendo en una adicción?
Es muy posible que las redes sociales hayan cobrado un significado fundamental, más por un aspecto social e informativo, que por un fenómeno comercial. Algunas empresas y organizaciones reconocen que podrían obtener grandes beneficios mercadológicos si buscaran la manera de promocionarse en estos medios, sin embargo no se han dedicado a ello.
En cuanto a la difusión de información, parece que aún falta mucho, sin embargo son cada vez más las personas que por estos medios logran comunicarse (noticieros, reporteros o individuos que tienen algo que expresar). Las ventajas en este sentido son enormes, ya que el costo es muy bajo y la velocidad es mucho mayor que otros medios como radio o televisión.
El tema que ha generado mayor polémica, desde una perspectiva psicológica, es el de las relaciones interpersonales y las redes sociales. En este sentido las opiniones son muchas: existen los que consideran que este medio es un beneficio para poder “acercar” a las personas; por el contrario, también están los que piensan que las redes sociales son dañinas pues generan una adicción, que provocan que las relaciones se vuelvan virtuales y en realidad la gente se aleje de los demás.
En realidad, se tendría que estudiar a fondo el uso que cada persona le da a estos medios, para poder definir si es “adicto” o no y especificar si se trata de algo dañino o un beneficio (o ninguno de los dos). Esto es debido a que, en el estudio de la mente y los fenómenos de personalidad, se puede caer en datos subjetivos si se generalizan y se establecen conclusiones. Sin embargo, hay algunos elementos que pueden ayudar a aclarar esta situación:
No obstante que en los compendios de psiquiatría y psicopatología aún no se ha establecido ni clasificado algún trastorno que tenga que ver con la adicción a las redes sociales, se podría pensar que los criterios no serían muy distintos a los que existen para definir otras adicciones. El DSM-IV TR (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) define los principales criterios para las adicciones (principalmente a sustancias). En este caso, se presenta una hipótesis de cómo se podrían establecer, los mismos puntos, para diagnosticar una adicción al uso de las redes sociales:
· Necesidad creciente por mantenerse conectado a las redes.
· Síndrome de abstinencia: definido como un estado de malestar, emocional y físico, mientras no se encuentra en contacto con las redes sociales.
· La persona permanece en las redes un periodo más prolongado de lo q originalmente se pensaba.
· Existe un deseo persistente por conectarse, aún cuando se encuentra realizando otras actividades.
· Hay una reducción o abandono de otras actividades (sociales, laborales o recreativas).
· La persona continúa conectándose con frecuencia a estas redes, a pesar de tener conciencia de que esto tiene efectos dañinos para ella/él.
Otro factor muy importante a estudiar es el ¿para qué se hace uso de las redes sociales? ya que esta respuesta explicaría también si una persona hace un uso adictivo o no.
Se puede suponer que aquellos que las usan para: mantenerse informados de las últimas noticias; los que se mantienen en contacto porque así pueden tener comunicación con viejas amistades o enterarse de los planes de su grupo; o los que se conectan porque les parece un pasatiempo agradable; están haciendo un uso de alguna manera responsable (siempre y cuando no se caiga en los excesos arriba mencionados).
Sin embargo, los que usan las redes sociales como: un medio para evadir otras situaciones o su estado emocional; los que encuentran en ello la única manera para relacionarse con otros; o los que no pueden evitar el uso de las mismas, puede ser que se sean personas que tienen un problema al respecto y es recomendable que busquen ayuda (atención psicológica, grupos o actividades que impliquen convivencia social).